Electromiografía y electroestimulación como técnicas guía para aplicación de inyección de toxina botulínica
Las neurotoxinas botulínicas (BoNTs) son productos biológicos producidos por varias cadenas de clostridium botulinum, son bacterias anaerobias obligadas grampositivas. Las BoNTs están ampliamente reconocidas como las toxinas más potentes conocidas por el hombre y, a pesar de su naturaleza mortal, tienen un excelente perfil seguro cuando se usan en cantidades mínimas en manos de médicos especializados.
Las BoNTs inhiben la liberación de neurotransmisores al bloquear la acción de una o más proteínas SNARE (receptores de proteínas de fijación soluble de NSF) necesarias para la exocitosis vesicular de neurotransmisores. Aunque la aplicación de BoNTs en uniones neuromusculares fue identificada hace décadas, se han encontrado nuevas aplicaciones; también tiene efectos sobre las uniones neuro glandulares, puntos de dolor, espasticidad, distonías focales, dolor miofascial, túnel carpiano, hiperhidrosis axilar primaria severa, blefarospasmo, vejiga neurogénica y dolor neuropático, entre otros.
En caso de la aplicación de la inyección de BoNT para hipersecreción, dolor o sobrecarga muscular, los efectos clínicos normalmente son inicialmente visibles en los primeros días y su punto álgido es entre las semanas 4 y 6 después de la inyección. La duración del efecto depende de la dosis, área de aplicación, severidad de la condición a tratar y características individuales de cada paciente, pero generalmente dura entre 10 y 12 semanas.
Cuando se inyecta neurotoxina botulínica, los especialistas pueden elegir entre una variedad de opciones de técnicas para localizar las estructuras objetivo. Estas técnicas incluyen guías de referencias anatómica (que se basa en la anatomía superficial y palpación), electromiografía (EMG), estimulación eléctrica (e-stim), ultrasonido diagnóstico (US), fluoroscopia, orientación por tomografía computarizada (TC) y la combinación de éstas.
EMG
La EMG sólo es útil cuando se aplican inyecciones de BoNT en donde los músculos son el principal objetivo de la inyección. Las opciones de equipamiento para procedimientos de inyección de BoNT guiadas por EMG incluyen pequeños amplificadores portátiles de audio y/o equipos audiovisuales.
Además, los especialistas pueden hacer uso de funciones EMG disponibles en equipos EMG diseñados para procedimientos de electrodiagnóstico, como lo son Dantec® Keypoint® y Ultra Pro S100. Las inyecciones guiadas por EMG requieren electrodos de aguja de inyección desechables y esterilizados. La profundidad del músculo a tratar determinará el correcto tamaño de aguja a utilizar.
Cuando se usa EMG como técnica para procedimientos de BoNT, el procedimiento inicia con una inspección de guías de referencias anatómicas, anatomía superficial y/o palpación. Entonces el especialista inserta el electrodo de inyección a través de la piel, colocando la aguja en el músculo a tratar mientras se escucha el audio de actividad EMG. Si el paciente tiene control motor voluntario, el especialista puede instruir al paciente para que se relaje o contraiga el músculo objetivo para ayudar a su localización.
Si el paciente tiene paresia o plejia en el miembro inyectado, el especialista deberá mover pasivamente la articulación asociada a la unión muscular para identificar la actividad generada durante el movimiento pasivo. Cuando el electrodo de aguja está avanzado en el músculo, el audio asociado con la actividad EMG cambiará de bajo (“pasivo”) a alto (“crujiente”). Este sonido indica que la aguja está cerca de una fibra muscular despolarizante o de una unidad motor que se está disparando. Si el audio de EMG permanece pasivo mientras el paciente contrae el músculo a tratar, la posición de la aguja debe ser ajustada o reposicionada hasta lograr el sonido crujiente. Entre otras, la ventaja de usar EMG como referencia para la inyección de BoNT y otras sustancias es la retroalimentación auditiva de la actividad muscular, además de la información que puede proveer para la localización del punto motor y placas motoras terminales.
Electroestimulación
Al igual que la EMG, la electroestimulación sólo es útil para inyecciones de BoNTs en donde un músculo es el objetivo a tratar. El equipamiento necesario para procedimientos guiados por electroestimulación incluye un estimulador (o equipo combinado EMG/estimulador) o la función de estimulación de un equipo para electrodiagnóstico, como son los productos Ultra Pro S100 y Dantec® Keypoint®. Las características del electrodo de aguja será el mismo que para el procedimiento con EMG. Cuando se usa electroestimulación, el procedimiento inicia con una inspección de guías de referencias anatómicas, anatomía superficial y/o palpación. Después, el especialista insertará la aguja a través de la piel moviéndola hacia el objetivo. El estimulador se enciende cuando el especialista se aproxima al músculo a tratar y entonces se observa la contracción/unión del músculo. Si la aguja está en el músculo a tratar, se requiere una ligera estimulación para generar un espasmo muscular. Durante la estimulación, si se observa una contracción en varios músculos o en otros músculos, el especialista debe ajustar la posición de la aguja.
La ventaja de la electroestimulación sobre EMG como técnica guía para inyectar BoNTs es la retroalimentación visual directa (contracción muscular) cuando la aguja está correctamente colocada en el músculo a tratar. Los estudios han demostrado que la electroestimulación es una técnica más precisa que la colocación manual de la aguja.
La aguja hipodérmica de Technomed es un producto de alta calidad desarrollado para inyecciones de medicamentos guiadas por EMG y estimulación. La aguja hipodérmica Technomed se puede utilizar para múltiples inserciones sin ninguna degradación de sus características. El área de agarre está diseñada para brindar una sensación segura y agradable en la mano del especialista. Cuenta con seis tamaños diferentes que permiten cubrir todas las áreas de tratamiento.
Las agujas monopolares de Technomed permiten combinar EMG y electroestimulación para lograr la mejor experiencia de tratamiento en el paciente, propiciar un ambiente seguro para el paciente y para el especialista, así como favorecer los resultados del procedimiento, obteniendo lo mejor de ambas técnicas.
Referencia:
Katharine E. Alter, MD, Nicole A. Wilson, PhD, MD. Botulinum neurotoxin injection manual. 2014.
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